Fin del mundo 2012 ¿o no?

A cuento del fin del mundo de diciembre de 2012, al cual casi todos hemos sobrevivido, pienso que este "fin" puede ser más sibilino de lo que las propias profecías nos quieren hacer creer. No me estoy refiriendo (aunque todo es posible) a la caída de un asteroide, una tormenta solar descomunal, el estallido de una supernova, al hecho de atravesar el plano galáctico, ni a una alineación melévola de los planetas,... El verdadero fin ha empezado ya hace más de un siglo por la acción antrópica, desde la "revolución industrial", esquilmando los recursos de Gaia, nuestro planeta, vivo y dinámico, contaminándolo cada día más.

La vida siempre se abre camino, a pesar de las extinciones masivas. Nuestra civilización tecnológica actual es global, es poderosa y parece no tener límites. Pero es más frágil de lo que aparenta: dependemos de una energía escasa y de unos recursos que extraemos a un ritmo mayor de su reposición natural. Estamos produciendo a un ritmo vertiginoso la sexta extinción y la degración del planeta, cuyas consecuencias Gaia nos lo hará saber, más pronto o más tarde.